Monday, August 24, 2009

"Bajo una dictadura, las elecciones no se pueden utilizar como instrumento para lograr un cambio político significativo, pues los dictadores no están interesados en elecciones que puedan apartarlos de sus tronos". Dr. Gene Sharp


LA CONCHUPANCIA AD-HONOREM
María Conchita Alonso
una Conchupante Ad-Honorem

He recibido no pocas notas donde se me pregunta si todos aquellos líderes que se presentan como opositores y llaman a sus seguidores a las urnas son traidores. La respuestas, definitivamente, es NO. Hay una gran dosis de ignorancia en torno a cómo enfrentar a un enemigo tan miserable, despiadado, amoral, infrahumano, bellaco y satánico como el castro-estalinismo internacional. Hay ignorancia por parte de algunos líderes y, por supuesto, UNA INMENSA IGNORANCIA por parte del grueso de la sociedad civil opositora.

El segundo capítulo de nuestro libro, "Cómo se Perdió Venezuela", se titula, precisamente: "Ignorancia Vs. Conchupancia"... y les recomiendo que se lo lean.

Tomemos, por ejemplo, a este grupo - de actores y actrices - de líderes... porque los miembros de nuestra farándula son líderes y millones de gente los siguen creyendo que las palabras que salen de sus bocas son santas y sagradas; es así como venden productos que se anuncian en la tele, la radio y la prensa plana, indistintamente que sirvan para algo o no.



Cualquiera que se diera a tarea de averiguar el grado de conocimiento que tiene cada uno de estos señores, señoras y señoritas que en el video de arriba llamaron al voto en la pasada farsa electoral del 26 de septiembre de 2010, se daría cuenta que - POSIBLEMENTE - ninguno de ellos, incluyendo a los "intelectuales" que allí aparecen, podría explicar cómo es que funciona esa guarandinga de los circuitos, en donde el régimen nos dio medio palo... sin anestesia.

Es más. Hagan ustedes "encuestas caseras" para averiguar entre sus amistades, familiares y compañeros de trabajo cómo se come eso de los circuitos, que con tanta maestría nos explica, en el video de abajo, el Señor Rafael Poleo, hoy exiliado en Miami:





El asunto ese de "los circuitos" (a lo venezolano... o a lo chavista, que el regimen de Castro implementó en Venezuela) es como dijimo ayer: apostarlo todo tirando una moneda al aire, pero con la condición de que si sale sello, GANA el régimen y si sale cara, PIERDE la oposición:

Por ahí me escribió un gran líder "opositor" alegando que si les hubieran explicado mucho el "sistema de circuito" a los electores venezolanos, la abstención hubiera llegado a la luna: "sello, Chávez gana... cara, la oposición pierde"... no en balde Castro llamó al voto.

Por otro lado está el factor visceral, que unido a la ignorancia produce una mezcla espantosa y tremendamente mortal. La sociedad demócrata venezolana, en su DESESPERACIÓN por salir de Chávez y el régimen castro-estalinista en Venezuela, pareciera aceptar cualquier cosa. Nos recuerda esas pavitas (pepillas) que se enamoran de quien no deben y no le hacen caso a sus padres en el empeño de continuar el romance.

Cuando mi hermana María Conchita era pavita, se aparecía con cada personajes que daban gana de salir corriendo. Mi hermana siempre fue muy enamorada, pero ha demostrado tener muy mala técnica para escoger a sus enamorados. Ahora que ya es adulta no importa, pero cuando era una jovencita, nuestros padres no sabían cómo explicarle que aquellos novios (en su aparatosa mayoría), no eran los más adecuados para una niña "estudiada" en el Pensionado Católico Villa Miramonte, en Suiza.



Eso en cuanto a sus novios. Sin embargo, en el plano profesional, aprendió mucho... y rapidamente, experiencia que no aplica a la política. María Conchita, podría decirse, es un ejemplo de lo que hemos llamado "conchupancia ad-honorem", calificativo para diferenciar a aquellos líderes que, de muy buena fe, llaman al- voto. No porque sea mi hermana, pero puedo asegurar de que su "conchupancia ad-honorem" no obedece intereses maléficos, apátridas y traidores. Veamos qué escribo al respecto en mi libro "Cómo se Perdió Venezuela":

Del Capítulo 6
NO PARTICIPACIÓN vs. ABSTENCIÓN

Es muy entendible que el común de los venezolanos creyera en la vía electoral y en sus dirigentes vendidos, pero inconcebible que lo hicieran los tártaros que han vivido todas sus vidas de la política en Venezuela.

Ahí está el caso de mi pobre hermana, María Conchita. Una noche me llamó mi mamá desde Venezuela, para avisarme que sintonizara a Globovisión (aquí en Miami, en Direct TV), porque iba a aparecer María Conchita dándole su apoyo a Manuel Rosales, en su contienda “en contra” de Hugo Chávez, por la presidencia de la república. “¿a Rosales?” le pregunté a mi madre… “¿María Conchita?”

No entendía qué hacía mi hermana metiéndose en política, un tema que ella entiende como entiende de ingeniería nuclear. Además, cuando logré llegar a Estados Unidos, luego de dos semanas perdido entre Venezuela y las selvas colombianas, donde mi familia no sabía dónde estaba, a la primera persona que llamé por teléfono (Miami – Los Ángeles), para dar fe de que me encontraba vivo y en buena salud, fue a ella, quien me salió con un impresionante e inesperado responso: “¿Cómo se te ocurre? ¿Y ahora que van a hacer con Papi y Mami en Venezuela? ¿Tú estás loco?”

Muy pronto la experiencia me enseñaría que la derrota no solamente es huérfana, sino que no tiene hermanos, ni tíos, ni primos… ni amigos.

Los organismos de la seguridad del Estado le habían hecho dos allanamientos a nuestra madre, en La Colonia Tovar donde vivía, buscándome. De no haber sido por la protección brindada por el alcalde de La Colonia (quien para entonces era chavista y luego se dejó de “eso”), le hubieran saqueado y destruido su bellísima casa, como la turba hizo con la mía, la Finca Daktari, donde crecieron dos de nuestros hijos y nacieron los dos más pequeños, la cual destruyeron hasta convertirla en polvo y escombros.

A los pocos meses, nuestra madre se vio obligada a abandonar su vida, su casa, su familia, sus perros, sus flores, su montaña y sus bienes, para salir al exilio, una vez más. Hoy se encuentra viviendo en la ciudad de Miami.

Nunca pensé que vería a María Conchita, en Venezuela, metiéndose en política… y muchísimo menos, apoyando a Rosales. Luego me contaron que fue en una fiesta donde la “reclutaron” y en un momento de locura, muy adecuado a ella, decidió que de ahí en adelante sería política.

Le escribí una extensa carta advirtiéndole quién era Manuel Rosales y cuáles eran sus propósitos. En esa carta le hice unos cuantos comentarios que me son imposibles reproducir en este libro, pues estaría comprometiendo a unos cuantos activistas, la mayoría de los cuales tuvo que abandonar el país, de manera preventiva, debido a la indiscreción de mi hermana.

Esa carta ella se la reenvió a un “gran amigo” (de ella) en Venezuela para que le “aclarara” ciertos puntos que le había mencionado en la misma. Evidentemente se la envió al mismo que la había reclutado para las filas de Rosales, a fin de aprovecharse de su nombre y hacer, todavía, más creíble la farsa.

Al cabo de los días, recibí una copia de la carta que le había mandado a mi hermana, junto a una copia de la respuesta que recibió de “su gran amigo”, un personaje muy conocido en Venezuela, quien pulula en los altos círculos sociales del país. Me la había mandado un infiltrado que nuestro movimiento (el M.R.R.) tenía en la Dirección de Inteligencia Militar (DIM). Esa indiscreción motivó la salida de Venezuela, a la mayor brevedad posible, de – por lo menos – ocho activistas nuestros, quienes más tarde o más temprano terminarían en los calabozos del régimen… o en el cementerio.

Se produjo la evidente traición de Rosales y María Conchita se dio cuenta de la torta que había puesto y de quién era “su gran amigo”, aquel que le había respondido con una carta llena de adulaciones y le había asegurado que todo lo que le advertía en la mía era falso.

Con el “triunfo” del 2D2007, María Conchita se volvió a emocionar y retornó a la política. Esta vez, se dejó engatusar por un personaje que ha hecho de nuestra desgracia un negocio ("representando" a los presos políticos venezolanos) y la convenció para que hiciera un llamado a las urnas, sin mencionar la necesidad de reclamar condiciones ante el C.N.E. (algo que no hubiera prosperado, lo sabemos) y, para rematar, la puso a promover la venta de unos perolitos que ese individuo está vendiendo para recaudar unos fondos que no se sabe hacia dónde van.

Volví a escribirle, esta vez cuidándome de NO darle información sensitiva, advirtiéndole que no se podía engañar más a los electores venezolanos. Que si iba a utilizar su imagen, se dedicara a alertar sobre la trampa en la cual estaban montando, una vez más, a nuestros hermanos de crianza.

Tras el hiper-mega fraude del pasado referéndum, entró en la misma depresión en la cual ha entrado el grueso de la población venezolana, cuando debió haber sabido cuál sería el resultado y cómo contribuía ella a darle vida a un nuevo chanchullo que estaba a la vista de todos nosotros… aunque la mayoría se esforzaba por no verlo en toda su magnitud.

Si en el futuro, a mi hermana se le vuelve a ocurrir llamar a los venezolanos a las urnas, en nombre de la pequeña parte que me corresponde de la familia Alonso, les ruego que no la tomen en serio, pues estaría evidentemente afectada por un pase de luna o, en el peor de los casos, por “una noche de copas… una noche loca”.

contemplan las condiciones que ella siempre ha exigido, a lo largo de su extensa carrera artística.

En una oportunidad, por no haber contemplado todas esas condiciones, no la dejaron abandonar el Hotel Tamanaco (donde ella siempre se queda cuando visita Venezuela), hasta que no cancelara la kilométrica cuenta de gastos que ella y sus músicos generaron durante la estadía en ese prestigioso hotel capitalino. Se le olvidó incluir en aquel contrato, que aquellos gastos correrían por cuenta del promotor que la llevó a Venezuela para que cantara en nuestro país. Esta experiencia, sumadas a otras no menos traumáticas, le enseñó que no se puede aceptar un contrato, a menos que se aseguren en él todas las condiciones para que el mismo llegue a un final feliz, tanto para ella como para su contratante.

Lo mismo se aplica a un país en elecciones. No se puede acudir a unas elecciones sin condiciones algunas, pues no nos llevará a un final feliz, sobre todo, cuando lo que está en juego es el futuro de la patria y todo lo que eso significa para las generaciones por venir, las cuales sufrirían a causa de la desidia, por un lado, y de la traición, por el otro, de aquellos que contribuyeron a aceptar un “contrato colectivo” de tanta importancia histórica.

En esto de la "conchupante", ad-honorem o bellaca, no están todos los que son, ni son todos los que están.

Robert Alonso
Movimiento de Resistencia Nacional
www.mrr.name




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¿YA CREASTE TU "CÉLULA DE RESISTENCIA"?

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EL MANIFIESTO
DE LA NUEVA LUCHA

(“MANIFIESTO DE LA LIBERACIÓN”)

I. EL ÚNICO OBJETIVO

El único objetivo de esta nueva lucha es erradicar de suelo patrio a los regímenes que nos han mancillado la libertad y los más elementales derechos consagrados a la humanidad.

II. EL CAMINO HACIA ESE ÚNICO OBJETIVO

Unir a nuestra sociedad civil en torno a una nueva lucha: la resistencia no-violenta cuyo fin será la sublevación cívica, activa, generalizada y sostenida; la cual, a su vez, busca provocar la insurrección (implosión) militar necesaria para deponer al enemigo apátrida del poder.

III. AL FINALIZAR LA LUCHA

Al finalizar la lucha para defenestrar a los regímenes deslegitimados y traidores, se instalaría en nuestros países un gobierno cívico-militar que pondría orden en la sociedad, haría justicia y sentaría las bases para la redacción de una nueva constitución con la participación de todos las fuerzas vivas democráticas existentes.

IV. CARACTERÍSTICAS DEL ENEMIGO

Debemos comenzar por conocer y entender al enemigo como un ente apátrida y traidor que no conoce fronteras, que desconoce la piedad y que empleará todos los medios disponibles para justificar su único fin: mantenerse firme y eternamente en el poder, en pro de su beneficio personal y el de unos pocos.

Para el enemigo es mantenerse en el poder o morir. No hay otra. Estamos hablando de una muerte física, ya no política. Hugo Chávez, por ejemplo, está consciente de que el día en que él pierda el poder, perderá la vida física porque no podrá mantener la seguridad que hoy le ofrece su régimen. Para el enemigo es seguir “comiendo gallina”, so pena de “morir arponeado”.

Ante tal contrincante no hay tregua. No hay posibilidades de entendimiento... de diálogo ni de esperanzas de eliminarlo por medio de la vía electoral. A un enemigo así hay que sacarlo con fuego: el fuego de la sublevación cívica, activa, generalizada y sostenida que desemboque, irremediablemente, en una insurrección militar.

V. CON QUÉ CUENTA EL TIRANO

El tirano tiene dos grandes recursos: dinero y armamento militar, precisamente con lo que no cuenta la sociedad civil. Para nosotros, el enemigo es invencible en el campo militar, en el campo de la violencia. La violencia le es de su absoluto monopolio, su mayor aliado, de ahí la necesidad de luchar en un plano diferente, donde él no cuente con recurso alguno.

El enemigo, además, tiene el apoyo incondicional de la llamada “comunidad internacional”, porque allá afuera se es alérgico a los cambios radicales que pudieran poner en peligro a sus propios intereses. Por ejemplo, una desestabilización sostenida del régimen actual en Venezuela, desestabilizaría el mercado energético a nivel mundial, lo que traería un instantáneo dolor de cabeza en los ámbitos políticos y económicos en los países industrializados del llamado “Primer Mundo”.

Para eliminar ese apoyo incondicional del cual hoy son acreedores estos regímenes, debemos afectar – sostenidamente – los intereses internacionales y para eso, la mejor manera es “embasurando” al país oprimido mediante una paralización total, absoluta y sostenida... a través de la sublevación cívica no violenta. Un verdadero, efectivo y sostenido PARO GENERAL.

Una vez que la “comunidad internacional” entienda que el desbarajuste se mantendrá indefinidamente en el país convulsionado mientras las existentes autoridades estén frente al poder y que la sociedad civil de ese país no tiene la más mínima intención de amainar la resistencia, otro gallo le comenzará a cantar al régimen y esa “comunidad internacional” cambiará inmediatamente de bando, colocándose del lado de la inminentemente nueva opción de poder, es decir: del lado del pueblo sublevado.

VI. CON QUÉ NO CUENTA EL TIRANO

El enemigo no cuenta con el apoyo incondicional de la inmensa mayoría del pueblo, así parezca lo contrario en regímenes en los cuales se ha implantado el terror como un método de “seguridad ciudadana” y existe una doble moral, donde cada quien lleva puesta una careta. Una vez que ese pueblo mayoritario explote de manera generalizada y sostenida, no habrá forma de controlarlo. Los tiranos lo saben y le temen a las sublevaciones.

Precisamente, la carencia del enemigo es nuestra mayor herramienta. Nosotros contamos con ese pueblo mayoritario: ¡nuestro gran ejército! Es a ese pueblo a quien debemos comprometer en la lucha de resistencia no-violenta.

Si bien el enemigo cuenta, por ahora, con el apoyo internacional, ese apoyo es efímero y se disolverá de inmediato al entender - la “comunidad internacional” - que el pueblo está decidido a cambiar de autoridades y a defenestrar a la tiranía.

Será la “comunidad internacional”, entonces, un valioso aliado que hará su parte para presionar al tirano a que abandone el poder para buscar con ello la estabilidad regional y, en casos como Venezuela: la estabilidad energética mundial.

Pero no nos engañemos. El régimen puede perder absolutamente todo el apoyo del pueblo, que si éste no se subleva es como si ese apoyo no lo hubiera perdido. La historia está llena de ejemplos de países subyugados por odiosas tiranías y las mismas se mantuvieron por décadas en el poder a través del terror, porque sus pueblos jamás fueron inducidos a la sublevación y equivocaron sus métodos de lucha... hasta un día.

VII. CUÁL ES NUESTRO RETO INMEDIATO

Nuestro reto inmediato debe de ser cohesionar a la sociedad civil en un ente compacto y dispuesto a seguir las instrucciones dentro de una estrategia YA PROBADA de lucha, que obedece a la modalidad de la resistencia no-violenta.

Debemos comprometer a ese pueblo opositor a que se una a la resistencia de una manera activa, participativa y decidida.

El primer paso es el de educar a la sociedad civil a sublevarse de manera activa, generalizada y sostenida, donde se logre el ÚNICO OBJETIVO de derrocar la tiranía con el menor trauma posible. Cada gota de sangre de nuestros hermanos es parte del tesoro nacional. Debemos preservar cada gota de nuestra sangre para la reconstrucción del país.

No es fácil educar a todo pueblo, sin embargo, nuestras instrucciones son sencillas, como veremos más adelante. El enemigo puede enterarse de esta estrategia sin mayores peligros para la sociedad civil, ya que las tiranías no cuentan con los recursos para combatirla. Además, los regímenes totalitarios, a estas alturas, conocen muy bien qué les viene encima cuando un pueblo se une en torno a la resistencia no-violenta.

Los regímenes harán todo lo posible – e imposible – para evitar que un movimiento de resistencia no-violenta tome fuerza, pero cuando vean que el intento es fallido y la sociedad está decidida a organizarse en un solo bloque, comenzarán a “pedir cacao”... a intentar diálogos de “entendimiento”. Al final empezarán a derrumbarse y a perder afectos dentro de sus cuadros internos, tanto políticos como militares. Esa es la experiencia histórica que los tiranos todos conocen y toman muy en cuenta. Hemos oído, por ejemplo, por la boca del propio Hugo Chávez, el daño que las estrategias de resistencia no-violenta les han causado a grandes tiranos de la historia contemporánea y así lo ha relatado en cadena, asombrosamente y a modo de queja, el tirano venezolano.

VIII. TOMEMOS LA OFENSIVA

Hasta ahora los regímenes totalitarios han sido exitosos en tomar y mantener la ofensiva. Por ejemplo, Chávez planifica todas las semanas la agenda de la oposición venezolana en su espacio mediático (radio y televisión) “Aló Presidente”, al anunciar una “bomba” cada domingo. Eso genera una reacción DEFENSIVA de la oposición y así la entretiene durante siete días, hasta el próximo programa... o nuevo escándalo.

Es necesario que los medios de comunicación reseñen las noticias que genera el “oficialismo” de manera casual, pero que nuestros comunicadores no se hagan eco de ellas. Al contrario, pongamos al régimen a comentar las nuestras.

IX. RETÉMOSLE E IGNORÉMOSLE

La verdadera resistencia es un constante retar al régimen. No debe pasar un día en el cual no lo retemos.

La sociedad civil puede organizar eventos - a modo de “tareas” – que reten al régimen. Estos eventos deben de ser ingenuos y absolutamente legales. Por ejemplo, se puede organizar una jornada de varias horas donde todo el pueblo opositor salga al frente de sus respectivas viviendas y, sin obstaculizar el tránsito, rezar el rosario. Todo un pueblo unido rezando el rosario... MOSTRANDO SU RECHAZO AL RÉGIMEN.

Otra “tarea” para retar al régimen podría ser ponerse todos de acuerdo e ir a visitar a un connotado preso político. En ninguno de estos casos habrá necesidad de solicitar permiso para manifestar. No se trata de una marcha organizada.

Claro está que ese reto establecerá un dinamismo que se irá evaluando sobre la marcha, porque no sabemos cuál será la exacta reacción del régimen ni podemos calcular su nivel o intensidad en el campo de la represión.

Al mismo tiempo en que retamos al régimen, lo ignoramos. Debemos pretender que no existe. De hecho: ¡no existe! En Venezuela se levanta el edificio donde una vez funcionó el Congreso Nacional, pero quienes se reúnen hoy en su inmueble, que ahora mientan “asamblea” (como en Cuba), no tienen legitimidad. No los podemos re-legitimar tomándolos en cuenta para nada. Son fantasmas. Uno no se sienta a hablar con fantasmas a menos que se trate de una sesión espiritista. Tomar en cuenta al régimen y a sus acólitos es hacerles el juego y caer en el campo donde ellos se sienten a sus anchas.

No debemos pedirles absolutamente nada a las entidades del régimen. No hay que introducir nada ante la Fiscalía General ni acudir al Tribunal Supremo de Justicia para nada. Esos organismos, al igual que el Congreso, son cascos vacíos usurpados por fantasmas temporales. Por supuesto que no acudiremos a municipio alguno para solicitar permiso para marchar por el territorio nacional.

Sentarse en la mesa de negociaciones con los fantasmas... pretender que modifiquen sus dictámenes, votar en elecciones en contra de ellos (aunque en ocasiones nos dejen “ganar”, como el gato deja que el ratón “se escape” antes de matarlo y comérselo), es perder el tiempo, legitimarlos y retrasar nuestra lucha de resistencia, porque la distorsionamos. En la resistencia se resiste, no se dialoga ni se participa... ¡tampoco se vota! Retamos e ignoramos al régimen día-a-día.

En una lucha de resistencia no acudimos a las citaciones que nos hacen los fiscales ni los tribunales fantasmas. Tampoco pedimos la libertad de nuestros presos. No hablamos con fantasmas.

Esto, como es lógico, supone un gran sacrificio, pero ¿qué lucha no es sacrificada? Es eso, o perderlo todo, incluyendo nuestra dignidad como pueblo. De todas maneras, si no resistimos adecuadamente, terminaremos perdiéndolo todo: ¡la Patria incluida!

X. EL DÍA "D"

Toda esta lucha de resistencia no-violenta tiene como finalidad llevar al país nacional al “Día D”. El día en que la sociedad civil se sublevará de manera activa, generalizada y sostenida en contra de aquellos regímenes tiránicos. Se habrán acabado las tareas ingenuas y habrá llegado el momento de la verdad.

SUBLEVACIÓN ACTIVA
Porque cada quien participará activamente en la sublevación.

SUBLEVACIÓN GENERALIZADA
Porque tenemos que sublevarnos a lo largo y ancho del país. En cada urbanización o barrio. En cada ciudad, en cada pueblo: ¡EN CADA CALLE! Esa sublevación generalizada debe de ser al unísono, es decir: todos a la vez y en todas partes.

SUBLEVACIÓN SOSTENIDA
Porque tenemos que mantener la sublevación hasta lograr el único objetivo: sacar del poder al tirano y a sus acólitos.

Hay muchas maneras de sublevaciones cívicas. Las hay violentas y no violentas. Por ejemplo, la sublevación que Hugo Chávez convocó, sin éxito, apenas salió de prisión en marzo de 1994, desde el programa de televisión de José Vicente Rangel, fue una sublevación violenta, al estilo del “Mayo Francés” (de 1968).
Ver el siguiente video:


La sublevación que nuestro movimiento de resistencia sugiere es no-violenta, al estilo de Serbia, de Filipinas y de muchas otras no-violentas que han dado resultados positivos e incruentos.

Las sublevaciones de Francia, Serbia y Filipinas cumplieron con sus respectivos objetivos, sin embargo, nosotros preferimos la estrategia de la no-violencia por ser la más factible de realizar, la más efectiva, la menos traumática… y la más segura.

La histórica sublevación violenta del “Mayo Francés” fue contra el gobierno democrático del General Charles De Gaulle.

Las no-violentas mencionadas arriba, fueron en contra de dos sanguinarios y genocidas tiranos: Ferdinand Marcos (en Filipinas) y Slodoban Milosevic (en Serbia).



“La Guarimba” en Venezuela pudo haber depuesto al régimen en una semana, de no haber sido por la traición de un sector de los líderes “opositores” que pactaron con Hugo Chávez cuando la verdadera oposición popular iba ganando. Uno no se sienta a dialogar cuando tiene a la vista la victoria. La rendición del enemigo debe ser INCONDICIONAL.

XI. NEUSTRO MAYOR RETO

El mayor reto de toda sociedad civil que pretenda lograr su libertad a través de la sublevación cívica, activa, generalizada y sostenida es de carácter comunicacional. Es imperativo enseñarle a todo un pueblo la manera más expedita, correcta y SEGURA de sublevarse sin exacerbar la violencia.

repotenciadas.

Decíamos que nuestro mayor reto es, sin duda alguna, de carácter comunicacional. El pueblo debe saber cuál es la manera exacta de aplicar “La Guarimba” dentro de una sublevación cívica, activa, generalizada y sostenida.

otras palabras: es MATERIALMENTE IMPOSIBLE desmantelar un sistema u organismo pluricelular.

Estas células de resistencia servirán para divulgar la manera correcta y segura de sublevarnos, además: conformarán la más perfecta red de comunicación del sistema pluricelular de resistencia. A través de las células de resistencia nos iremos comunicando como hacen los africanos en la selva con sus tambores. En cuestión de horas podremos comunicar una información a millones de ciudadanos… y si se nos caen los medios de comunicación, como la telefonía o la red de la Internet, podremos comunicarnos boca-a boca, cara-a-cara, porque un individuo, dentro de esa compleja red pluricelular, solamente tiene la responsabilidad de contactar a los miembros de la célula de resistencia que él o ella creó, es decir: A CINCO PERSONAS, no más.

Cada uno de nosotros debe convertirse en “PRECURSOR DE LA LIBERTAD” creando nuestra propia célula de resistencia, es decir, invitando a nuestra casa a CINCO personas. No serán SEIS o más… ni serán CUATRO o menos: SERÁN CINCO PERSONAS NADA MÁS. Necesitamos mantener cada célula lo más manejable posible y si consta de muchos “núcleos” (individuos), se nos hará más difícil contactar a cada uno de ellos en el momento crítico. Recuerden: CINCO PERSONAS NADA MÁS.

Una vez en la reunión, leeremos este manifiesto. Cada invitado se alternará en la lectura de cada párrafo, así se mantendrán atentos y nos aseguraremos de que cada quien haya entendido su contenido.

Leyendo este manifiesto aprenderán la manera más adecuada y segura de implementar “La Guarimba”, es decir:

* Trancando los metros cuadrados de
calle que están FRENTE a nuestras viviendas…

* No desplazándonos más allá del frente
de nuestras viviendas…

* No confrontando con el enemigo…

Así de sencillo Y DE SEGURO es el asunto para el 99.9% de la población sublevada. Habrá “otros” que harán “otras cosas” pero “esas cosas” no las sabrá el régimen hasta que llegue el momento, razón por la cual es IMPERATIVO que el 99.9% de la población NO SE DESPLACE, pues podría ser muy perjudicial para aquel que decida hacerlo.

Sin embargo, habrá que explicar un poco más porque la mayoría de los seres humanos gusta de ponerse barreras. Siempre habrá aquel que pregunte: ¿y qué ganamos trancando las calles? Siempre habrá alguien que tiene un “plan” mejor. Jamás se han enfrentado a una tiranía castro-estalinista, pero pretenden tener la “solución” al trauma colectivo. Al final, son esos los primeros que no participan de una manera o de otra.

La sublevación cívica, activa, generalizada y sostenida ha sido ampliamente probada en otros países. Habrá quien diga: “sí… eso habrá sido en Serbia, pero aquí no somos serbios”. En fin. Siempre habrá quien guste de ponerse barreras. Dejemos que sea el enemigo quien nos ponga las barreras, no seamos nosotros mismos quienes nos auto-limitemos.

XII. SU FUNCIÓN CÍVICA Y ACTIVA

Es importante, pues, explicar – entre otras cosas – cuál es la función cívica y activa de “La Guarimba”, como una modalidad de sublevación.

La única función cívica y activa de “La Guarimba” es la de paralizar al país de una manera generalizada y sostenida, logrando un VERDADERO PARO GENERAL: ¡un verdadero paro general!

Eso solo es suficiente como para defenestrar al más obstinado tirano, sobre todo, porque al pasar los días se tiene que buscar una solución y al no haber otra que cambiar los factores de poder, lo único que quedaría sería la insurrección militar presionada internamente por millones de ciudadanos sublevados y externamente por la llamada “comunidad internacional”. Así ha funcionado siempre. El régimen perderá el apoyo interno, el de sus militares, acólitos y/o policías. Así las cosas, la única vía factible sería el abandono del poder.

Eso le sucedió a Milosevic… a Marcos, a Batista, a Aristide, a Fujimori, a Pérez Jiménez, a Ceaucescu en Rumania y a Erich Honecker en la Alemania Oriental, entre muchos otros tiranos que fueron depuestos tras una presión popular de mayor o menor grado de violencia.

“La Guarimba” es una de tantas maneras de provocar esa necesaria presión interna y externa para que los tiranos abandonen el poder. Es, además, la manera más segura y expedita, si la hacemos correctamente.



XIII. LOS "PEONES CIRCUNSTANCIALES"

Todo régimen sobrevive con la necesaria ayuda de los “peones circunstanciales”. Estos son aquellos que conforman, por motivos circunstanciales, las fuerzas armadas y los organismos policíacos de represión o prevención. Estos “peones” (soldados y policías) cambian de bando con las circunstancias. Al cambiar el gobierno, cambian de bando.

Debemos captar a los “peones circunstanciales” del régimen para que nos ayuden a modificarle, para bien, el destino al país. Además, los “peones circunstanciales” podrían salvar cientos de vidas de nuestros aliados al momento de una sublevación.
Es muy fácil hablar con “ellos”… con los “peones circunstanciales”. Muchos de los “núcleos” de las células de resistencia conocen a un “peón”… o son familia de uno de ellos. Hay que pedirles que llegado el momento, disparen por encima de nuestras cabezas, con todo lo que eso significa. A esos “peones” hay que irlos ablandando. Todos ellos tienen familia y muchos familiares de los “peones”, están del lado de la patria, no del régimen y formarán parte de nuestras células de resistencia.

XIV. LAS "CONDICIONES OBJETIVAS"

La situación momentánea de un determinado país es evaluada por las condiciones subjetivas y/u objetivas. Ambas condiciones son tremendamente cambiantes... dinámicas.

CONDICIONES SUBJETIVAS
Son aquellas condiciones que CREEMOS existentes en un determinado país en un momento específico en el tiempo. Las condiciones subjetivas NO SON precisamente las reales: son las que un grupo pudiera creer existentes. Por ejemplo, nuestros líderes de la resistencia pudieran pensar que están dadas las condiciones para convocar a la sublevación, cuando, en realidad, no es así... en cuyo caso, el llamado a la sublevación podría fracasar.

CONDICIONES OBJETIVAS -
Son las reales. Las existentes. Cuando la marcha del 11 de abril de 2002 en Venezuela, estaban dadas las condiciones objetivas para una sublevación. Lo mismo sucedió en la tarde del 27 de febrero de 2004, cuando se prendió “La Guarimba”.

fomentar la depresión colectiva. Lo mismo podemos decir de aquellos líderes que llamen al DESPLAZAMIENTO de la población. LO ÚNICO que están buscando son unos muertos, para “matar” también la opción de la verdadera y efectiva sublevación.

XV. ¿Y DESPUÉS QUÉ?

Una pregunta muy válida es qué sucederá en el país después del derrocamiento de la tiranía. ¿Quién tomará el control del país?

Esa es una pregunta imposible de responder. Puede que se monte un “gorila” con intenciones muchísimo más malsanas que las que tenía el tirano depuesto, lo cual sería difícil... pero no imposible. ¿Qué haríamos entonces? Lo mismo que hicimos para sacar al tirano anterior, sólo que esta vez se nos hará infinitamente más fácil porque ya sabremos cómo sublevarnos y el poder de la sublevación en manos de la sociedad civil.

Sin embargo, no se nos ocurre un sistema más funesto, cruel, aberrante y satánico que el Castro-Estalinismo, así que nada podría ser peor.

XVI. CÓMO CREAR LAS CÉLULAS DE RESISTENCIA

La etapa más sencilla – Y LA MÁS IMPORTANTE – de toda sublevación cívica es la creación de UNA “célula de resistencia”: de la primera. He aquí cómo se logra paso por- paso:

PRIMERO
Debemos imprimir SEIS copias del “Manifiesto de La Liberación”, este manifiesto que estamos leyendo en estos momentos, que también puede ser bajado y copiado en la siguiente dirección cibernética:


SEGUNDO
Debemos invitar a nuestra casa a CINCO amigos, familiares o compañeros de trabajo que estén del lado de la Patria. Sería perfecto que estos individuos no se conocieran entre sí y que no trabaran amistad de ahí en adelante. No presenten a los invitados, ni divulguen sus nombres entre ellos… en el caso de que no se conozcan, claro.

TERCERO
En la reunión cada participante debe turnarse para leer un párrafo de este manifiesto, cuya copia habrá recibido al comienzo de la reunión. Si hubiese acceso a la Internet, sería bueno revisar nuestro sitio en la red.


CUARTO
Cada participante debe COMPROMETERSE a crear una célula de resistencia de la misma manera.

QUINTO
Debemos velar porque nuestros CINCO “núcleos” hayan cumplido la misión de crear una nueva “célula” cada uno.

SEXTO
Debemos estar pendientes de revisar constantemente nuestro sitio en la web, donde estaremos impartiendo información importante. ¡EN MENOS DE UN MES HABREMOS CONTACTADO A CASI 10 MILLONES DE HERMANOS!

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